Valdemorillo se encuentra en el centro de una controversia sanitaria tras un incidente que ha dejado en evidencia las carencias de su sistema de salud. El caso, que se dio a conocer a través de una publicación en Facebook por una vecina afectada, relata una situación alarmante sobre la respuesta médica a una emergencia involucrando a una persona mayor.
Una anciana de 87 años al límite
Según la denuncia de la vecina, el pasado 17 de abril a las 17:36 horas, contactó al centro médico local para informar sobre una persona de 87 años, totalmente dependiente, que había sufrido una caída, resultando en un fuerte golpe en la cabeza con pérdida de conocimiento, además de dolor en las costillas y en el pie. La respuesta que recibió fue una promesa de que el médico sería notificado para que contactara a la paciente. Sin embargo, 24 horas después, no había recibido ninguna llamada de seguimiento.
Ante la falta de respuesta, a las 8:45 del día siguiente, la vecina optó por llamar al servicio de emergencia 112, donde le informaron que debido a la avanzada edad de la paciente, no era conveniente trasladarla al hospital. Le recomendaron que contactara con el médico de cabecera o acudiera a un servicio de urgencias. Al visitar personalmente el centro médico, fue atendida por una doctora que, sin evaluar a la paciente, prescribió Nolotil en ampollas para el dolor y prometió volver a llamar más tarde para revisar el estado de la paciente. Eventualmente, la paciente fue trasladada al hospital, donde fue diagnosticada con traumatismo craneoencefálico (TCE).
Este caso ha encendido las alarmas sobre la calidad de los servicios sanitarios en Valdemorillo, especialmente en situaciones de urgencia. La vecina que denunció el incidente expresó su indignación por lo que describió como un servicio de salud “tercermundista“, y criticó al gobierno local del PP y Vox por su aparente inacción ante repetidas quejas de los vecinos sobre la precariedad de la atención médica en el pueblo.
Valdemorillo ha de mejorar su servicio de salud
El clamor de la vecina no solo es un llamado a la acción para mejorar la respuesta en emergencias, sino también una petición directa a las autoridades para que se tomen medidas concretas: la provisión de una ambulancia de soporte vital básico, un médico de urgencias disponible y una mejora general en los servicios que ofrece el centro médico.
Este incidente subraya una problemática más amplia que afecta a muchas áreas rurales y semiurbanas en España, donde la descentralización de los servicios puede llevar a desigualdades significativas en la atención sanitaria. En lugares como Valdemorillo, donde la población depende de recursos limitados, es fundamental que se garantice un acceso rápido y efectivo a la atención médica de urgencia para evitar consecuencias potencialmente graves.
Este caso debe servir como un recordatorio crítico para los responsables políticos y administradores de la salud sobre la importancia de una infraestructura sanitaria robusta y reactiva, especialmente en comunidades más pequeñas y vulnerables. La salud de los ciudadanos debe ser siempre una prioridad, y es imperativo que se tomen medidas para asegurar que incidentes como este no vuelvan a ocurrir.
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